Thursday, July 16, 2009

Mi primera experiencia gay






Ayer tuve mi primera experiencia gay, una de verdad, de ésas que te hacen comprender el verdadero sentido de la vida.

El sentido de mi vida sigue siendo de abajo para arriba, de alante para atrás, no es que ahora yo vaya a empezar a leer los libros por el final ni a fumarme los tabacos por la ceniza.

Pero ayer asistí, en calidad de jurado, al evento Míster Azúcar 2009, en el club Azúcar, en la 32 y Coral Way de Miami, y salí en estado de shock.

Fui con mi familia, mi madre me había revelado un inesperado deseo de ir a ver ese espectáculo, que es mucho más que un show de travestis, o una competencia de locas.

El teatro late en Azúcar y el público y la profesión de esta ciudad debe saberlo.

El teatro en su dimensión esencial de espectáculo vivo.

El teatro que une los hombres para conspirar contra la soledad, para conspirar por la belleza.

El teatro como fiesta para celebrar mucho más que el hecho de estar vivos.

El teatro como razón de ser para unas personas que comparten lo mejor de sí, en un espacio de apertura, donde se respeta la diferencia, y donde el hombre es la mujer del hombre, el hermano del hombre, el padre, el hijo y el espíritu santo.

Vi en Azúcar varias centenas de espectadores en comunión con sus artistas, aplaudiendo con emoción, como lo hacen todos los públicos del mundo cuando el artista que está en escena los ha conmovido.

Vi en Azúcar un equipo de creadores, de intérpretes con un estilo, con cosas que decir, actuando en el registro de cualquier performer del mundo.

Sin ningún código secreto para invitarse a pecar, sin renunciar a su naturaleza más genuina, esos actores (siempre empleo la palabra actor en el sentido de la acción, y no reduciéndolo a su acepción interpretativa) se suben en escena y son capaces de montar la emoción en la sala, como raramente puede hacerlo una obra de teatro en el circuito teatral de Miami.

Es un público de varias centenas de personas que paga el equivalente de una entrada de teatro, y que, una vez instalado, gasta más dinero en bebidas.

No es un público de una noche, son personas que tienen la costumbre de venir al teatro buscando lo que buscan todos los públicos del mundo: emoción.

Allí no hubo otra cosa que unos intérpretes luchando por su profesión, subiéndose a escena con espectáculos rigurosamente ensayados, apoyados por una técnica de primer nivel en cuanto a luces y audio se refiere.

Lo que hacen con la parte de abajo de su espalda cuando termina el show no debe ser mejor ni peor que lo que hacen los otros intérpretes y creadores en el circuito teatral de Miami.

Esos artistas tienen mucho que enseñarnos, mucho que decirnos, y merecen el respeto y la admiración de todo nuestro público.

Si ellos me lo permiten, voy a montar mi próximo espectáculo en ese lugar, como una actitud clara de amor y respeto hacia esos que hacen la misma profesión que yo, mis hermanos, mis mujeres, mis padres, mis hijos y mis espíritus santos.

Y después haré con la parte de abajo de mi espalda lo que considere pertinente.

5 comments:

  1. Honrar, honra.
    Bonito ejercicio de respeto y tolerancia.
    Un abrazo!!!

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  2. Ah buen,o pues nos pondremos mas dulces con Azucar... Pero y te encontraste algun novio? me dejaste intrigado...

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  3. Ileana, mi prima, esto parece estar más caliente que Facebook, aquí se dispara a quemarropa en estos blogs, mira lo que me pregunta este lector anónimo, que si encontré novio. Amigo mío, me enamoré de Azúcar, ojalá pueda convertirme en el novio de Azúcar. Y que todo Miami, homosexuales, heterosexuales, multisexuales en general puedan brindar juntos allí, desnudos y borrachos de humanidad!

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  4. tu primera experiencia gay no fue en Azucar, sino en el ducha de tu casa en Pinar del Rio hace muchos años atras cuando te sorprendio una novia que tambien tenias aparte de ese amante....

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  5. anonimo se las trae

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