Memorial Gay

Es noticia el drama del alcalde gay de Texas.

El alcalde se llama J. W. Lown, sus partidarios suelen decirle “mande, señor alcalde”, sus enemigos le dicen “el alcal de la'o, porque de espaldas se manda”.

Lown fue alcalde a los 26 años, bachiller a los 18 y republicano desde que nació.

Esto no le impidió ser homosexual.

La prueba de que lo cortés no quita lo valiente.

Usted puede ser alcalde y tener la cortesía de lavarle los calzoncillos a la alcaldesa.

O ser republicano y tener la valentía de amar un mexicano indocumentado.

La mayoría de los demócratas le llaman a esto ser gay.

Para la mayoría de los republicanos Serguei es un pájaro ruso, y este alcalde es una loca gringa.

Los pájaros rusos se vuelven locos por los confusos, las locas gringas se vuelven locas por los mexicanos.

El mes pasado, Lown había sido reelegido por cuarta vez para alcalde de la localidad de San Angelo, Texas.

El lema de sus contrincantes era “Texas: dile al alcalde que se saque las cejas”.

El de sus partidarios era: “Te chivaste, heterosexual, nuestro alcalde es metrosexual”.

Pero el día de la toma de posesión, el alcalde cambió de posición.

El tesorero de la alcaldía halló este mensaje en su teléfono, temprano en la mañana:

“Soy el alcalde Lown, lamento llamar a la hora del desayuno, he decidido irme a vivir a México con mi novio hasta que se resuelva su residencia legal, llámame”.

El tesorero, boquiabierto, sólo atinó a decir: “Buen desayuno, señor alcalde”.

Se dice que la partida del alcalde dejó al pueblo de San Angelo anonadado.

Pero a la vez es un ejemplo del dilema que enfrentan miles de estadounidenses -separarse o irse del país- porque no pueden obtener la residencia para su pareja, como lo hacen los cónyuges heterosexuales.

Tuvieron que irse, dijo el tesorero, porque no podían permanecer juntos legalmente en EE.UU.

Ya se vendrán cuando obtengan los papeles, y entonces podremos volver a compartir.

“El señor alcalde ha abandonado una carrera política prometedora”, dijo una fuente que no reveló su identidad.

“Ese mexicanito promete y promete, pero en el fondo no es más que un prosaico”.

“Esperemos que el alcalde saque algo positivo de todo esto”.

Las parejas gay reivindican el mismo trato que las heterosexuales en materia de inmigración.

Pero tendrán que enfrentar doble oposición: los que se oponen al matrimonio gay, y los que quieren mano dura con los indocumentados.

Mano dura, hasta que se la arranquen.