Dice El Nuevo Herald de Miami que El Salvador tiene un nuevo presidente.
Y dice el Granma de La Habana que el presidente tiene un nuevo salvador.
La primera medida del presidente electo de El Salvador, Mauricio Funes, fue renovar las relaciones diplomáticas con Cuba, interrumpidas desde hacía 50 años.
En Miami, para no cambiar, se ha sido conservador y se ha dicho que Mauricio Funes es izquierdista.
En Cuba se ha sido más conservador: ya mandaron el primer barco de picadillo de soya en conserva.
Hillary Clinton había acudido a la toma de posesión, así que en Miami, por el momento, no hubo protestas.
El que proteste en El Salvador por el picadillo de soya, le toman la posición y lo sacuden en el momento.
El nuevo presidente representa al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, la antigua guerrilla salvadoreña.
En Miami ya se piensa que cogieron a Martí para una nueva manipulación.
Porque si Fidel dijo que José Martí fue el autor intelectual del asalto al cuartel Moncada, los salvadoreños dirán que Farabundo, primo de Martí, fue el creador de la guerrilla.
Porque una mentira repetida varias veces se convierte en verdad.
¡Cuántas veces le han preguntado en Miami a Eddy Calderón si su padre fue el que dijo aquello en La Comedia Silente!
No, señores, no fue el viejo mío, responde Eddy cada vez que le preguntan.
Armando Calderón, el imitador de La Comedia Silente, no era el viejo mío.
Yo soy Eddy Calderón, soy imitador, pero no trabajé en La Comedia Silente, ni Armando Calderón era mi viejo, ni me lo pregunten más, caramba, me tienen cansado, “esto es de inga, queridos amiguitos”.
Porque una mentira repetida varias veces se convierte en verdad.
Es como si me dijeran: ¿Viste las fotos de Daysi Ballmajó? “No, no las vi”. ¿Las viste? “No, no las vi”. ¿Las viste? “No, no las vi”. “No las vi”. “No las vi”. “No las vi”.
Mauricio Funes presentó su plan para sacar a El Salvador de la crisis: su gobierno dará preferencia a los pobres sobre los ricos.
Ya en Miami lo llaman Mauricio el Funesto.
Y en Cuba se sienten tan contentos con él que ya le pusieron Luis de Funes.
Sin embargo, Chávez se enteró que Luis de Funes es el nombre de un gran comediante francés, y ha visto en Mauricio un competidor.
Por eso canceló a última hora su asistencia a la toma de posesión, y mandó a cancelar también la de Evo Morales, y la de Daniel Ortega, que ya venían en camino.
“Evo, regresa a La Paz”.
“Daniel, regresa a la pas… a la pastilla esa que es hija de tu mujer”.
“Nosotros no vamos a El Salvador hasta que Luis de Funes no transmita mi programa Aló presidente en vivo”
“Si no, en vez venderle petróleo, lo que le voy a vender son clavos, para que el pueblo enganche la quijada.”
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