Thursday, December 30, 2010

La escena de Miami sufre transformaciones inesperadas en el 2010.




La violenta irrupción de ArtSpoken Performing Arts Center en la escena de Miami es un fenómeno que ha cambiado la correlación de fuerzas en el paisaje cultural de la ciudad, acaparando, de manera inusitada, una gran parte de la producción teatral y la promoción de la cultura y los creadores del patio.

Los números de ArtSpoken parecen venir de otro tiempo: cinco obras de teatro, una lista interminable de monólogos y espectáculos unipersonales, una veintena de shows de creación instantánea, más de ciento cincuenta funciones que atrajeron a miles de espectadores de todas las edades, orígenes y clases sociales.

Contando solamente con el apoyo de sus seguidores y de cierta parte de la prensa que ha cubierto sus presentaciones, ArtSpoken se ha izado como un bastión del arte contemporáneo latino en Estados Unidos, allí donde nadie se lo esperaba: en el corazón de la Pequeña Habana.

Ninguna compañía de Miami produjo más en este 2010, no existe en la historia del teatro de Miami un proyecto artístico, una institución, un teatro que haya logrado tanto en su primer año de existencia, sin el apoyo del gobierno y de los organismos de ayuda a la cultura.

La obra “Sinfonía en Do mayor (y La menor)”, uno de los triunfos indiscutibles de la temporada teatral de Miami, ha sido invitada para participar en el Festival Internacional de Teatro de Mérida, en México, del 19 al 22 de enero del 2011.

La obra “Probation” es hoy finalista del Concurso Nacional de Dramaturgia de la Compañía “Repertorio Español”, auspiciado por la multinacional MetLife (New York), el veredicto será publicado dentro de unos días, y si “Probation” es declarada ganadora, no sólo sería acreedora de varios miles de dólares, sino que sería programada en el circuito Off Broadway, deviniendo el triunfo más grande de la dramaturgia de Miami desde que Nilo Cruz ganara el Pulitzer en el 2003.

La gestación primaria de este triunfo se le debe exclusivamente al productor del año en Miami: el señor Franklin A. Blanco, un visionario que tuvo la intuición y la acuidad necesarias para apostarle a este proyecto y sacarlo adelante contra todas las banderas.

Vaya el siguiente resumen de nuestro trabajo como un agradecimiento eterno hacia Franklin A. Blanco y todos los colaboradores y espectadores que asistieron y coadyuvaron al milagro de ArtSpoken.

“Probation”, escrita y dirigida por Yoshvani Medina, con Franco Iglesias, Jorge Cárdenas y Aly Sánchez. Asistente del director: Yesler de la Cruz. Escenografía: Jorge Noa & Pedro Balmaseda. Luces: José González. Afiche e identidad visual: Duva & Martin. Video: Pablo Arriola. Diseño de vestuario: Alberto Leal. Relaciones públicas: Lázaro Cruz. Duración 100 minutos. Teatro Riviera, Coral Gables, siete representaciones entre el 12 y el 27 de febrero del 2010.

“69.G”, escrito y dirigido Yoshvani Medina, interpretado por Yasbleydi Giraldo; monólogo presentado en el marco del IX Festival Internacional Latinoamericano del Monólogo de Miami. Representación única. Duración: 15 minutos. El 26 de Febrero del 2010. Sala Abanico, Coconut Grove, FL.

“¿No se escucha la voz de los muros?”, de Jorge Félix Rodríguez, interpretado por Fabiola Peñaloza. Unipersonal presentado en el marco del IX Festival Internacional de Monólogo de Miami. Representación única. Duración: 30 minutos. El 5 de marzo del 2010. Sala Abanico, Coconut Grove, FL.

“El estiércol de los mayores”, de Jorge Félix Rodríguez, interpretado por Yaisesmid Giraldo; presentado en el marco del IX Festival Internacional Latinoamericano del Monólogo de Miami. Representación única. Duración: 15 minutos. El 5 de Marzo del 2010. Sala Abanico, Coconut Grove, FL.

“Pena de vida”, de Yoshvani Medina, interpretado por Milly Lazo, presentado en el marco del IX Festival Internacional Latinoamericano del Monólogo de Miami. Tres representaciones. Duración: 25 minutos. Marzo del 2010. Sala Havanafama, Miami, FL.

“Sexo especial”, de y por Catalina Arenas, dirigido por Yesler de la Cruz, Dirección de arte: George Riverón; presentado en el marco del IX Festival Internacional Latinoamericano del Monólogo de Miami. Representación única. Duración 30 minutos. El 28 de Febrero del 2010. Sala Havanafama, Miami, FL.

“Pequeños Crímenes Conyugales”, de Eric-Emmanuel Schmitt, Premio Goncourt 2010, dirigida por Yoshvani Medina. Afiche e identidad visual: Raúl Díaz-Pereda. Con Gualberto González & Ivette Viñas. Quince representaciones entre el 2 de julio y el 1ero de agosto del 2010. Duración 107 minutos. Sala ArtSpoken Performing Arts Center, Miami, FL.

“Los dictados del fuego”, de Ulises Cala, dirigida por Yoshvani Medina. Con Adela Romero & Sandra Martínez. Dirección de arte, afiche e identidad visual: George Riverón. Diseño de vestuario: Mariangel Roca. Quince representaciones entre el 6 de agosto y el 5 de septiembre del 2010. Duración 60 minutos. Sala ArtSpoken Performing Arts Center, Miami, FL.

“Over the rainbow”, homenaje a las tres grandes de España (cultura gay). Con Javier Yanes, Humberto Fored, Ángel Lucena y María Esther Lovero, Premio ACE 2009. Seis representaciones entre agosto y septiembre.

“Miami go el teatro”. Espectáculo de teatro infantil, interactivo, multidisciplinario. Con Mirla Pereira y Santiago Sierra. Dos representaciones en septiembre.

“Sinfonía en Do mayor (y La menor)”, escrita y dirigida por Yoshvani Medina, con Carlos Garín, Rosalinda Rodríguez, Valentina Villamizar y Nury Flores. Dirección de arte, afiche e identidad visual: Walter Tucci. Diseño de vestuario: Mariangel Roca. Video: Edwin Negrón. Edición de video y multimedia: Gabriel Graciano & Pablo Arriola. Veinte representaciones entre el 10 de septiembre y el 24 de octubre del 2010. Sala ArtSpoken Performing Arts Center, Miami, FL.

“Tómatelo personal”, serie de monólogos escritos por sus intérpretes y dirigidos por Yoshvani Medina. Dirección de arte: Walter Tucci. Diseños de Vestuario: Mariangel Roca. Multimedia: Pablo Arriola y Gabriel Graciano. Afiche e identidad visual Fabio Alvino-Roca. Con John Chávez, “La cáscara de un Don Juan”; Myriam Amanda, “El regalo de San Valentín”; Mirla Pereira, “La cita”; Verónica Alvino-Roca. “The guardian angel”. Ocho representaciones entre el 2 de septiembre y el 21 de octubre. Sala ArtSpoken Performing Arts Center, Miami, FL.

“Suicídame”, escrita y dirigida por Yoshvani Medina, con Yesler de la Cruz y Ana Paula Apollonio, Dirección de arte, afiche e identidad visual: George Riverón. Diseño de vestuario: Mariangel Roca. Diez representaciones entre el 19 de noviembre y el 19 de diciembre del 2010.

“Esta noche se improvisa”, liderado por Orlando Arias, Yesler de la Cruz y Adela Romero. Dirección de arte, afiches e identidad visual: George Riverón y Carolina Lorusso. Con las actuaciones de Jorge Armando Cárdenas, Myriam Amanda, Nanira Quezada, Jenny Nogueras, Juliana Duque, Silvia del Mónico, Alberto Danuzio, Paula Velázquez, Pablo Guillén, entre otros. Treinta y dos representaciones entre el 18 de junio y el 17 de diciembre. Sala ArtSpoken Performing Arts Center, Miami, FL.

“El dado Job”, de Ulises Cala, dirigido por Yoshvani Medina, protagonizado por Marcio Conceicao, con Yesler de la Cruz y Lina Maya. Duración 25 minutos. Pre-estrenado el 16 de diciembre del 2010, programado a partir del 7 de enero del 2011 en la Sala ArtSpoken Performing Arts Center.

“Mecánica popular”, de Raymond Carver, dirigido por Yoshvani Medina, con Yesler de la Cruz. Duración 15 minutos. Pre-estrenado el 16 de diciembre del 2010, programado a partir del 7 de enero del 2011 en la Sala ArtSpoken Performing Arts Center.

“El estiércol de los mayores”, de Jorge Félix Rodríguez, dirigido por Yoshvani Medina, con Katia Ribeyro. Duración 15 minutos. Pre-estrenado el 16 de diciembre del 2010, programado a partir del 7 de enero del 2011 en la Sala ArtSpoken Performing Arts Center.

“Diario de un loco”, de Nikolai Gogol, dirigido por Yoshvani Medina, con Renato Campilongo. Dirección de arte, afiche e identidad visual: George Riverón. Duración 60 minutos. Pre-estrenado el 29 de diciembre del 2010, programado a partir del 21 de enero del 2011 en la Sala ArtSpoken Performing Arts Center.

Otras actividades importantes que marcaron la temporada:

“El Desalmuerzo Literario”. Tertulia interactiva con la participación de escritores, poetas, editores, videastas, actores, intérpretes, humoristas, trovadores, organizado por Yenilén Mola y Tinito Díaz. Artistas invitados: Dacio Tomas, Carlos Pintado, Yosie Crespo, Francis Argüelles, Fernan Hernández, Aida Ferret, Hugo y María Cecilia Blanco, Efraín Riverón, Alejandro Fonseca, Max Ferrá, José Caballero, Daniel Fernández, Odalys Curbelo, Julie de Grandy, Antonio Álvarez Gil, Omar Yeras, Teresita Herrera Muiña , Ulises Regueiro, entre otros. Veintiocho representaciones entre el 20 de junio y el 26 de diciembre del 2010.

“La noche de la poesía erótica de ArtSpoken”, escrita y conducida por Yenilén Mola. Dirección de arte Walter Tucci, multimedia y sitio web Gabriel Graciano. Escenografía y misceláneas Mariela B. Camps. Artistas invitados: Rosalinda Rodríguez, Orlando Arias, Tonit Mir, Orlando Ignacio, Adonis, Carlos Garín, Yesler de la Cruz, Xiomara Pagés, Adela Romero, Frank Dimas, entre otros. Tres representaciones en los meses de octubre, noviembre y diciembre 2010.

Espectáculo visitante: “La vida en los Esclavos Unidos”, stand-up comedy de y por Saulo García, nominado al Premio ACE 2010. Ocho representaciones a sala llena entre el 26 de noviembre y el 18 de diciembre del 2010.

Talleres y cursos dispensados: Acento neutro, con Carlos Pérez (Venevisión).

Training de actor, escritura y actuación de un one man show, con Yoshvani Medina.

ArtSpoken Performing Arts Center

529 SW 12th Ave Miami 33130.

www.artspoken.org

Sitio web concebido y mantenido por Gabriel Graciano, de Cyrus Technologies.

Thursday, December 16, 2010

Elogio del humor

El humor. Una broma con aire triste.
William Shakespeare.


Yo nunca bromeo con el humor, porque el humor es el hijo de nuestros odios.

Cuando el odio es demasiado púdico para pasearse desnudo, su mejor vestido es el humor.

Saulo García es un comediante nato, eso no se estudia ni se aprende, es como el jazz, una cadencia interior que se tiene o no, un disfraz bajo el que la sensibilidad puede afrontar el mundo exterior.

Saulo García se expresa con gravedad sobre las frivolidades, y con ligereza sobre las cosas graves.

El humor de Saulo seduce por su forma y convence por su contenido, partiendo de las especificidades de la comunidad hispana en los EE.UU, Saulo entrega un texto mesurado y universal, donde lo subliminal nos atraviesa mientras nos reímos de lo lindo.

En una ciudad donde el humor se reduce a un tema, no hay humor; y si no hay humor no hay humanidad, sino un gueto, un campo de concentración.

Se sabe que la imaginación le compensa al hombre lo que no tiene, y el humor, lo que no es; por eso, en “La vida en los Esclavos Unidos”, Saulo García intenta aislar los grandes sentimientos de su imbecilidad inherente.

Saulo se pasa la vida cambiando, (retro)alimentando su show, con cosas que le vienen como por encanto en medio de sus actuaciones, y es que en el humor de
Saulo, el azar es un amo que deja libre la espontaneidad.

Las bromas de Saulo tienen dos efectos: el primero, a corto plazo, es terapéutico; el segundo, a largo plazo, pudiera salvar nuestra sociedad.

Saulo le pega a los abogados de inmigración, a los realtors, a los bancos, a los medios de expresión masiva, a conocidos íconos de la televisión, con tanta elegancia que nadie siente alevosía, todos comprendemos que mejor es reírnos, porque el hombre que no tenga sentido del humor está a la merced de los otros.

El humor de Saulo no solamente tiene algo de liberador, sino también de sublime, de elevado, el colombiano es un fenómeno, una precipitación intempestiva de inteligencia sobre la barbarie.

El humor de Miami es, en su inmensa mayoría, un humor que dejó de ser desafío para convertirse en resignación, y no hay nada más patético que un humor resignado a lo burdo y lo superficial.

Intérpretes de Miami, actores, escritores, comediantes: la primera irreverencia que le debemos a la cultura, especialmente a la Televisión, es el humor.

Después de haber visto “La vida en los Esclavos Unidos” quiero hacer mi propia stand-up comedy, e impulsar a mis actores a escribir y actuar la de ellos, porque Saulo García me ha enseñado que lo contrario del humor no es lo serio, sino la sumisión.

ArtSpoken Performing Arts Center presenta:

“La vida en los Esclavos Unidos”, stand-up comedy de y por Saulo García.

Últimas dos funciones este viernes 17 y sábado 18 de diciembre, a las 8 pm.

529 SW 12th Ave Miami 33130

305 528 3514

Entrada $25.

Visite www.artspoken.org

Tuesday, June 1, 2010

YO TENGO UN SUEÑO


Después de « La noche de Eva », de Yvonne Lopez Arenal, se vienen tres vaudevilles consecutivos: « Una arriba, una abajo y otra adentro », con Adrián Más; « Sé infiel y no mires con quién », con Víctor Cámara; y “Un amante a la medida”, con William Levy.

De una parte, las fotos de “La noche de Eva” revelan un espectáculo de arte, sublime en su factura, con un texto de alto vuelo y una actuación en el registro de las grandes referencias de la literatura dramática.

De otra parte, la identidad visual y las campañas de comunicación de los otros espectáculos reflejan que las intenciones comerciales de sus productores son más importantes que sus pretensiones artísticas.

“La noche de Eva” fue estrenada con éxito en TEMS, una de nuestras más pequeñas y acogedoras salas, a teatro casi lleno (unos sesenta espectadores); las otras obras han sido pactadas en teatros grandes, cuya programación depende generalmente de lo que le traigan los clientes que los alquilan, si alguna función vende sesenta tickets, será considerada un fracaso.

Si TEMS se esmera en proponer una programación coherente, que priorice lo artístico sin hacer concesiones al facilismo, no es menos cierto que el teatro está obligado a concebir producciones que generen dinero.

Los otros teatros, más impersonales en cuanto a la coherencia de sus respectivas programaciones, ofrecen, sin embargo, la posibilidad de ganancias importantes, por el mero hecho de poseer muchos más asientos.

He ahí un interesante intríngulis.

Por lo que es de las tres comedias, se ve que la producción ha hecho hincapié en buscar una cabeza de afiche, una sala grande y una presencia publicitaria fuerte.

En el afiche de “Una arriba, una abajo y otra adentro” no aparece ni el crédito del director de la obra.

Por lo que es de “Un amante a la medida”, si usted busca en el sitio internet del teatro no encontrará ni el afiche, lo que le saltará a la vista son los precios de los tickets (los que hay disponibles oscilan entre $64 y $104).

En lo que concierne a “Sé infiel y no mires con quién”, debe tratarse de una traducción al español de "Move over Mrs. Markham", de Ray Cooney y John Chapman, una comedia de los años setenta, que alguna vez rompió los records de taquilla para una obra de teatro en España; se sabe que en Miami los detalles que conciernen los traductores, las traducciones y por ende los derechos de autor son un tema tabú.

Lo cierto es que la escena de Miami no es de nadie, está abierta a cualquier creador, a cualquier intérprete, a cualquier mecenas que apueste por el teatro de arte, a cualquier productor que apunte a un teatro más contemporáneo, a cualquier teatrero que se decida por la comedia, y también a cualquier mercader que quiera jugarse sus monedas en el casino del teatro.

Todas estas combinaciones pueden hacerle bien al teatro, en el sentido que harán comprender a los espectadores de diferentes orígenes y sensibilidades, que el teatro es también un lugar de entretenimiento, congregación y/o reflexión, como cualquier cine, iglesia o feria de la ciudad.

Hay directores y actores que no sólo renuncian a trabajar en lo que consideran "comedias de poca monta", sino que les lanzan las piedras del escarnio como escupidas a las cucarachas.

Hay otros que han aceptado trabajos en televisión que no están a la altura de sus pretensiones artísticas, en nombre del ético precepto de ejercicio de su profesión, o por pura necesidad alimenticia.

Existen otros creadores que tienen una absoluta falta de prejuicios hacia la cultura de masas, que son capaces de incursionar en registros diferentes, con discursos desemejantes.

Cada creador es libre de hacer lo que quiera, y de secarse el sudor con lo que digan los otros, incluyendo, por supuesto, estas líneas, lo importante es producir para el teatro.

En las tres obras anteriores se ve una tácita estrategia de mercado que consiste a traer actores conocidos de la televisión para producir un teatro rentable.

A priori, la idea es buena, sobre todo en un Miami donde la televisión local no es la mejor del mundo, pero atrae la atención de cientos de miles de personas.

En Miami la televisión se desarrolla paralelamente al teatro, es decir, manipula el mismo material semántico: la descripción o, mejor dicho, la representación de las acciones de los hombres, de su destino, de su naturaleza, pero la propia elección del material televisivo está sustancialmente predeterminada por el teatro.

No estoy diciendo que las series televisivas sean teatro en lata, pero son dos medios con conexiones subyacentes muy fuertes.

A los defensores integristas del teatro, que hoy maldicen contra estas comedias, quisiera decirles, con mucho respeto, que de la misma manera que un actor que sea bueno en teatro es bueno en televisión (lo contrario no es tan evidente), el teatro se beneficia con la venida de actores de la televisión.

Y no es solamente por una cuestión de actores famosos que atraen público y crítica, sino por una razón elemental de ventilación de un medio que no puede mantenerse cerrado, porque el fenómeno del gueto lo acecha a cada producción.

Es absurdo indignarse por las posibles degradaciones que este tipo de obras pueda hacerle a nuestro teatro de arte, o a nuestra escena en general.

Por muy aproximativas que sean estas adaptaciones, por mucho que dejen que desear sus puestas en escena, o el título escogido (convengamos en que “Una arriba, una abajo y otra adentro”, pudo haber sido un poco más fino), no pueden dañar al original en la estimación de la minoría que lo conoce y aprecia.

El resto de los espectadores tendrá dos alternativas: o se contenta con divertirse con la obra, que vale ciertamente lo que cualquier otra adaptación comercial de esas que se ven todos los años en la mayoría de los teatros del mundo, o tendrán deseos de ver más y entonces terminarán yendo a otros teatros.


El teatro es un lenguaje heterogéneo porque emplea múltiples materias expresivas y por la pluralidad de códigos que intervienen en su puesta en escena.

Cualquier tipo de teatro puede ser válido, condenarlo a priori, sólo porque no nos gusta su título o su campaña de comunicación es un apriorismo, un prejuicio snobista, o peor, una pose envidiosa.

Señores productores, compañeros mecenas, camaradas mercaderes, no duden un segundo en venir a invertir en este medio, que es maravilloso y que puede reportarles placer, fama y dinero.

Lo peor que podría pasarles es que Antonio Orlando Rodríguez los coja y les aplique una de esas abluciones teatrales que sólo él tiene el secreto, y entonces cada vez que alguien vaya a googlearlos se encuentre con esa mancha en vuestro expediente.

Pero si ese detalle no mella vuestra vanidad, láncense sin problemas; fuera de eso, hasta el riesgo de perder dinero es irrisorio.

Yo tengo un sueño: que “La noche de Eva” se presente una temporada (después de haber triunfado en TEMS), en un teatro grande de la ciudad, con una gran Miriam Bermúdez convertida en cabeza de afiche, y que después salga de gira por los Estados Unidos, América Latina y España.

Así nos alejaríamos definitivamente de esos dos extremos que acechan nuestro teatro a cada temporada: convertirse en un teatro prostituta o en un teatro solterón.

Friday, May 14, 2010

NEURALGIA: El arte necesario.


Cuando un director termina una película, automáticamente ésta ya no le pertenece.

Lo único que le queda es la manera en que pasará a través de si mismo.

Magdiel Aspillaga y Danny Jacomino le pasaron las velocidades a la historia del cine de Miami, anoche, en el Gusman Center for de Performings Arts, en el pre-estreno de « Neuralgia ».

Alrededor de un millar de personas se dieron cita en el bello teatro del downtown, demostrando que hay un público listo a seguir sus creadores y aplaudirlos con entusiasmo.

Y es ahí donde radica el ímpetu de la película, más allá del sentido de su estética, de la fuerza de su realización, o del universo cautivante del joven director cubano.

Hay películas importantes y películas necesarias.

El equipo de Danny Jacomino, contando con la sola fuerza de sus brazos, se dio la tarea de realizar la mejor película que sus tripas fueran capaces de generar… y lo consiguieron.

Lo consiguieron bajo los vítores de una sala que los acompañó de punta a cabo, y es que el inconsciente colectivo, que no necesita de grandes campañas de comunicación, intuyó el buen arte desde la salida del tráiler, en Internet, hace unos días.

Esos que dieron por perdida la película antes de su estreno tuvieron que constatar que Jacomino y Aspillaga son capaces de dar una fiesta de quince en un cementerio, y convocar las ánimas más ilustres de este arte.

Anduvo rondando el alma de Antonioni en “La aventura”; el de Hitchcock, con su efecto espeluznante en la columna vertebral de los espectadores; el del mejor cine cubano, con esa cama paseándose por la ciudad, en una camioneta conducida por la pareja más encantadora de mi generación.

Aspillaga vuela en pedazos aquel axioma que dice que la ventaja de la novela sobre el film es que ella puede pasar al interior de los personajes.

Seguro que “Neuralgia” tiene aristas que debieron desarrollarse más, pero el film se percibe como una suerte de cine-novela.

Esta manera de realizar, de exponer el discurso, de imbricar los diferentes planos en que transita la película es novedosa en nuestro cine, y probablemente conocerá tantos triunfos y fracasos como cualquier tendencia novedosa que le haya precedido.

Es gracias a esas tendencias novedosas, igualmente, que el cine vivirá.

El joven cineasta cubano le ha entrado con todas sus fuerzas a “la jugada de Miami” y ha plantado una película que toca grandes temas: el suicidio, la incomunicación, la muerte, el tedio, la mujer, mostrando una relación muy especial con su Miami, con la soledad, con la incomunicación del creador.

El cine de Magdiel representa la realidad a través de la realidad; el miedo a través del miedo; la soledad a través de la soledad.

Magdiel no ha pretendido plasmar en su filme un tiempo que ya no existe; sino que ha procedido por analogía, representando el tiempo que le ha tocado vivir, con un mundo paralelo donde el ensueño y la perversidad están omnipresentes.

Magdiel es un verdadero creador de su tiempo y de su lugar, el sentimentalismo no le nubla los ojos, tiene la mirada clara e implacable para dar el más genuino testimonio: no tiene nostalgia del pasado, sino neuralgia del presente.

Desde el momento en que se decide a mandar todo al infierno y partir, el creador de la diáspora se ve oprimido por un asalto de sentimientos inadecuados.

Léase bien inadecuados y no caducos, inadecuados en el sentido de que lastran y condicionan sin jamás mostrar una verdadera vía de salida hacia la realización personal.

Según parece, al creador que llega a Miami le cuesta más librarse de ese legado.

Aquí suele actuarse, escribirse y montarse condicionado por pulsiones y mitos morales que pertenecen a otro tiempo.

“Neuralgia” trae un aire nuevo, libre de todo lastre ideológico o moral, sin renunciar a hablar de los temas que interesan a su autor.

El tono de la película es definitivamente subjetivo, personal, y sin embargo, rara vez se vio un discurso más humilde, más alejado de la retórica del “ombliguismo”.

Los conflictos e intereses del autor van por otra parte, no pretende aportar soluciones, no tiene vocación de moralista.

La tesis de “Neuralgia” es la inestabilidad de los sentimientos humanos; para sumergirse en este campo infinito, Magdiel se sirve de instrumentos sencillos, pero de una precisión temeraria: utilización de encuadres documentales, desestructuración del discurso narrativo, que no sólo se reduce a romper la linealidad de lo contado, sino que combina los planos espaciales y los temporales, superponiéndolos a diferentes planos psicológicos.

La carretera (las calles, los express-way), son para Magdiel lo que el agua es para Michelangelo Antonioni: la carretera como vía escapatoria, la carretera como escena del crimen, la carretera como un conducto donde fluyen la sangre, el miedo y los líquidos seminales que perpetuarán esta especie rara como la de Magdiel, que ase la realidad con un subjetivismo que a nadie debe la sobrevida.

“Nostalgia” es un filme sobre la incomunicación, que más allá de desnudar la inconsistencia de los sentimientos humanos, demuestra el fracaso de una moral basada en el sentimentalismo y no en la razón, lo que equivale a denunciar el fracaso de la clase social que enarbola estos valores morales enfermizos.

Hay tres películas magníficas en “Neuralgia”: la de la pareja que transporta su cama por la ciudad, de una comicidad demoledora y una polisemia criolla.

La del escritor enajenado: que encuentra esa prostituta con la que hace el amor frente a un espejo, tras el que se esconde el editor de su libro; que tiene mucha fuerza, sensualidad, perversidad…

Y la de esta mujer al borde de la locura: cuyo marido dobla películas pornográficas y trata de seducir a su asistente: inusitada, embrujadora.

En realidad es bastante para una sola película, lo que deja la impresión de que el autor expuso tres excelentes líneas de fuerza a las que no les sacó todo el jugo.

Este sentimiento de inacabado pudiera resentirse en algunos exabruptos en la banda sonora, personalmente hubiera cerrado la película en la penúltima escena.

Lo que es innegable es que Magdiel Aspillaga encontró las palabras para dirigir un casting compuesto por una muestra de lo mejor de los actores de Miami.

A 31 años no era tarea fácil compaginar el tono alucinado de La Muerte de Ivette Viñas, el registro interior de Ibetti Larralde, la explosividad de María Isabel Díaz, brillante en su interacción con un Jorge Luis Álvarez armónico y vivo; la vehemencia del inquietante personaje de Ramón Veloz, la organicidad de actrices como Zaida Castellanos o Caridad Ravelo, la precisión de Gilberto Reyes, los acentos del norteamericano Aaron Hill o la brasileña Eva Weiner, soberbia en su entrega, y la parquedad de Texidó.

“Neuralgia” viene a demostrar que lo único que se obtiene en la vida sin sacrificios es el fracaso; y que sin sueños, la vida sólo seria un ensayo para la muerte.

Saturday, April 17, 2010

TAL COMO LA VIDA MISMA




Sé muy bien cuándo me gusta un espectáculo: al otro día ando escribiendo sobre él, como si escribirle, escribirlo, también formara parte de mi oficio de escribir.

Cuando uno quiere saber si un espectáculo le gustó sólo tiene que preguntarse: ¿sentí emoción?

En "Talco" la hay y mucha.

En "Talco", como en "Chamaco" (la obra anterior del dueto de oro del teatro de Miami, para decirlo con Rosana López Cubas) hay un clímax, al final de la obra, un aplauso catártico y colectivo que emerge de la sala, como un magma interior que se nos viene.

Y esto se debe, ante todo, al elemento más importante del teatro: los actores.

Juan David Ferrer, que había dejado la escena caliente y la barra bien alto con "Chamaco", regresa con el rol de su vida.

Su interpretación de Máshenka la Dura debiera ser estudiada en las clases de actuación de cualquier ciudad que se respete, así los jóvenes actores aprenderán a encontrarles nuevas aristas a personajes tan llevados y traídos, que dan la impresión de que no se puede hacer nada nuevo con ellos.

Juan David planta un travesti tan humano, tan veraz, que amarra a su plexo la mirada colectiva y dispone de ella con gracia y (con)tensión, con la simplicidad de los grandes.

Ariel Teixidó ejecuta un Ruso bestial de humanidad, en un registro entre Yarini y Kowalski, al que sólo los intérpretes excepcionales tienen acceso.

Teixidó conmueve y dispone de la sala a su antojo, su voz resuena límpida y firme como la de un general incuestionable.

Su performance se ve tan segura, tan distante de aquella del monocorde personaje de "Al horizonte no se llega en una barca de papel", que en su fuero interno debe haber comprendido muchísimas cosas, en lo que concierne el trabajo de composición actoral.

El bailarín y barítono Norberto Correa convence la mayor parte del tiempo con su personaje de homosexualidad subrepticia y visceral, porque la esconde; sólo pierde fuerza en los momentos que la muestra, porque limita su interpretación a lo que el público ve.

Mientras el Cherna no muestra sus plumas es un personaje enigmático y fascinante.

Oneysis Valido es una de las buenas noticias de la temporada: más sangre joven para asegurar el relevo generacional de una profesión que puede cumplir años, pero no puede permitirse el lujo de envejecer.

Debutar en una producción dirigida por un director de referencia, con actores en estado de gracia, le será de un valor inestimable.

Su personaje faltó de profundidad, sobre todo en el primer acto, donde la violencia es tratada sin el debido crescendo y pasa demasiado rápido a un plano insoportable.

Pero la joven tiene mucho sentido de su centro de gravedad, y no escatima esfuerzos para sacrificarse al servicio del superobjetivo del espectáculo.

Nadie debe perderse este espectáculo, lo recomiendo sinceramente, porque es una música diferente en el concierto teatral de Miami.

"Talco" parece decir que Cuba tiene grandes méritos, y de manera recurrente, esos méritos constituyen sus desaciertos.

"Talco" parece decir que Cuba ha caído en su propia trampa, y para demostrarlo, "Talco" cae en la suya, como un buen hijo que predica con el ejemplo.

A pesar de que Alberto Sarraín se ha esmerado en repetir el carácter documental de la obra, y la explicitación de escenas sexuales, el espectáculo tiene un sublime registro metafórico en el que Beckett anda flotando como un ángel de la guarda: la Guanty vive en el exiguo y pestilente ámbito de una taza de inodoro.

La escenografía de Pyry Remírez, vuelve a ser como la de "Chamaco", de gran formato, digna de cualquier producción de Broadway, pero esta vez el diseño de luces no es tan imaginativo, como tampoco lo es la explotación que hace el director de las inmensas posibilidades de ese espacio.

La obra ha sido estructurada en dos actos, con un intermedio, pero el desequilibrio es flagrante, no sólo porque el segundo es mucho más corto, sino porque que no dice nada que no supiéramos.

Sarraín, con su gentileza de siempre, nos dijo a la salida del teatro que Melo se encuentra en estos días en Berlín.

Y esto es lo mejor que le pueda pasar al joven dramaturgo: darle oxígeno a su obra.

Que su discurso permanezca asfixiante, es su gran mérito, pero que no se quede enrarecido en lo anecdótico, a fin de cuentas, Cuba es el único lugar del mundo donde es noticia que los barrios bajos existen, y que el horror de la droga es un síndrome de inmunodeficiencia social.

Al frotarse con lo que está pasando en Alemania, Melo comprenderá que su obra se encuentra en resonancia con la de nuevos autores germanos como Pollesch, Schimmelpfennig, Richter, John von Düffel y muchos otros, que buscan a permanecer lo más cerca posible de las heridas del cuerpo social alemán.

Al igual que "Cara de fuego" (1997), de Mario von Mayenburg, una de las referencias de la nueva dramaturgia alemana, “Talco” termina en el clímax, con una escena que no tiene palabras.

Este recurso también fue utilizado en "Chamaco", esta vez el impacto en el público es aún más importante.

Melo descubrirá en Alemania la “starización” del director de teatro, allá uno de los grandes debates escénicos es que los autores desaparecen ante las egocéntricas puestas en escenas de los directores.

Si Sarraín se hubiera alejado más del texto, si hubiera dejado de adorarlo, si hubiera extendido sin miedo su talento de puestista, no hubiera incurrido en el error que consiste a tener una escenografía mayúscula, como la desplegada en el Teatro Abanico, en la que las escenas sólo ocurren en reducidos espacios.

Sarraín no interactúa de una zona a otra de su escenografía, se limita en su puesta en escena y eso trataremos de explorarlo en esta reflexión.

Por otro lado la elección de su banda sonora hubiera podido explorar más el infinito espectro de la música cubana actual.

Si Sarraín entrega un estreno apresurado, que por momentos raya en la chapucería (fallos flagrantes en las luces, banda sonora que se dispara, un perrito que se escapa hacia el público…), no es por otra cosa que por falta de ensayos, esas pifias menores serán resueltas hoy mismo.

Lo que es irreparable es el tiempo, el tiempo en que Melo y Sarraín debieron trabajar con un dramaturgo, en el sentido alemán del término, un tercer hombre a bordo que les ayudara, con su mirada exterior, a empastar el turbión dramático de la pluma de Melo, y su proyección en el espacio a cargo de Sarraín.

Es evidente que estos dos creadores, importantes en el paisaje teatral de nuestro tiempo, han querido reflejar el presente con una visión subjetiva, propia a cada uno, pero que en su conjunto encuentra un tono consternado, un color exangüe y un olor dudoso.

Sarraín, una vez que termina su loa admirativa hacia Melo (cada director la tiene con su dramaturgo fetiche) debe comprender que el texto de “Talco” y la dramaturgia de su autor en general recurren a influencias estéticas venidas de los medios audiovisuales, y la dirección falla a la hora de encararlas teatralmente.

No se puede permitir que la duda plane sobre el personaje que entra en la escena final: ¿es el Cherna o no?

Su puesta en escena carece del vuelo visual y la capacidad de resolución escénica que demandan estos textos veloces, que se convierten a su vez en frases definitorias de situaciones, que trazan los contornos de una figura y ya están en otro lugar, en otro plano.

Tales cambios necesitan de una asociación de los elementos fragmentados en la puesta en escena, de lo contrario la obra pierde fuerza, ritmo y se torna recurrente.

Melo utiliza un lenguaje dramático saturado de términos claves, en el que las frases y las tesis se imbrican, pero donde raramente son desarrolladas verdaderas reflexiones.

Esto se explica en primer lugar por el hecho que sus personajes no se escuchan y/o no encuentran orejas que los escuchen, lo que los lleva a formar un collage sonoro, que los hace incapaces de comunicar el volumen de información que manejan, estos personajes se autoafirman tomando posiciones constantemente.

Por las complejas condiciones en las que desarrolla su obra, Melo se convierte en un «cronista del discurso público”, y apuesta por un efecto de reconocimiento por parte del espectador, que no se desinteresa de la historia, pero tampoco se compromete, la prueba es que muchos gags no funcionan y otros no tienen un efecto franco en la sala.

Si de una parte se puede distinguir una posición crítica del autor, ésta se queda tan difusa como el material criticado, lo que limita el discurso a un rol descriptivo de una realidad, y donde el lenguaje no deja espacio a ninguna otra alternativa.

Las grandes verdades, la desesperanza y el instinto de supervivencia en medio hostil, fomentan el egocentrismo de esos personajes; su escasez de nexos está recubierta por una cháchara incesante, pero elocuente, o sea, que estos personajes no dicen mucho, pero lo que dicen lo dicen bien.


Sarraín adora la nueva dramaturgia contemporánea, donde los parlamentos de los personajes, las indicaciones de la puesta en escena, los efectos de fragmentación y los discursos, se alternan y entrecruzan imperceptiblemente.

Pero esto conmina al director a establecer su discurso, su posición como creador, y no a limitarse al mero rol de traductor escénico, de lo contrario estamos en la antítesis de algo innegable: la nueva dramaturgia contemporánea necesita de una nueva puesta en escena contemporánea.

No se puede montar la nueva dramaturgia contemporánea con los mismos cánones que se montaban las obras hace diez o veinte años: más allá del contenido, éste es el nuevo intríngulis de la traducción escénica contemporánea.

En lo adelante Sarraín tendrá que resolver solito una cuestión capital: ¿Debe el texto ser (com) prendido como parte de un suceso teatral mucho más grande, en el que la literatura dramática no sea medida a su contenido literario?

Por lo pronto Miami debe saludar este nuevo y exitoso estreno teatral, porque también constituye el resultado de un gesto mayor de Lily Rentería, que no sólo es una personalidad de referencia en nuestra escena por su labor de intérprete, productora y maestra, sino por este rol de mecenas teatral que la acerca a la inmortalidad.

Tal como la vida misma, "Talco" es una versión de la realidad cubana: descarnada, efectiva y conmovedora, de la que nadie saldrá indemne.

Felicidades a todo el equipo y muchas gracias.