Friday, May 15, 2009

El padre Abierto


El padre Alberto es muy conocido entre la comunidad hispana del sur de la Florida.

Mucho más por su trabajo en los medios que por sus misas.

Es el prototipo del cura que no tiene nada que ver con la Iglesia.

La Iglesia profesa discreción detrás de sus columnas, y el padre tiene una discreta columna en el Herald, una columna que se la llora Miami entero, mujeres y hombres.

La Iglesia profesa un mensaje de paz, y el padre Alberto es el director general de Radio Paz, que profesa un mensaje de paz, fe y amor, entre otros mensajes publicitarios.

En 1998, inició su carrera como figura pública en un canal hispano en Estados Unidos, en “El Talk Show del Padre Alberto”, pionero en su tipo en Latinoamérica.

Después condujo en la televisión local los programas “Cambia tu vida con Padre Alberto” y actualmente, “Abre tu alma con Padre Alberto”.

Para otros es difícil hallar dinero para un programa, pero el padre Alberto está patrocinado por Dios.

¿Adónde va el billete de todo eso, a la Iglesia o al Padre Alberto?

Todos sabemos que el padre Alberto se ha regalado delante de las cámaras para que se sepa su relación con esta mujer.

Si el padre Alberto sobrevivió a “La mirada indiscreta” de Alejandro Ríos, la cámara indiscreta de un paparazzi no lo iba a destruir.

¿Es la manera que ha encontrado el talento para liberarse de sus patrocinadores?

En este escándalo todo el pueblo está contra la Iglesia y por el padre Alberto.

Se sabe que no puede haber conciliación posible entre los dos.

El talento podrá encontrar otro espacio en la televisión, pero la Iglesia no encontrará un talento de la talla del padre Alberto ni en Puerto Padre.

La historia del padre Alberto y la Iglesia es la misma del huevo y la gallina, ¿quién puso a quién?

Lo cierto es que hoy el padre es mucho más un "people" que un cura.

La Iglesia lo trató con soberbia, y él les pagó con amor, AMORtiguadores les va a hacer falta para el toletazo.

No es lo mismo la vanidad de un curita que el ego de un presentador de televisión.

Un curita lo que más puede hacer es deprimirse porque un muchacho de catorce años no quiso besarlo, Carlos Otero te amenaza con darte una patada en vivo.

El padre Alberto no es Carlos Otero.

Carlos estuvo cerca de Dios en la Iglesia del 41.

El padre Alberto estuvo tan cerca de la Iglesia que ahora quiere acercarse a Dios.

La Iglesia es un modelo de caridad, porque regala las indulgencias que necesita.

Es como la revolución, que se las pasa regalando hospitales, lo que más necesita.

En la revolución hay dos tipos de hombres: los que la hacen y los que se sirven de ella; en religión están los que se sirven de ella y los que la hacen.

El padre Alberto siempre ha sido sincero, lo que ahora cambió de sinceridad.

Alberto seguirá haciendo televisión, más popular y más sincero que nunca.

Yo no le diré más “padre”, le diré: “Primo”, suelta la sotana, que en cueros se sufre mejor.

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