Espléndido triunfo de “La noche de la poesía erótica”.

En arte, el público es el sufragio universal: Yenilen Mola pudo haber sido elegida este domingo, por el lapso de tiempo de una noche, la presidente de la poesía en Miami.

Y es que el público es como una mujer: no se le puede engañar impunemente.

Este sábado se celebró en ArtSpoken una nueva edición de “La noche de la poesía erótica”, que se ha convertido en un show de impacto, a medio camino entre un programa de televisión de prime-time y una ceremonia de premiación hollywoodiense.

Entre las personalidades que asistieron a la “soirée” se encontraban la poeta y dramaturgo cubano-norteamericana Julie de Grandy (La muerte del hombre perfecto), que recientemente triunfara en el Festival Latinoamericano del Monólogo; las actrices venezolanas Myriam Amada (Yerma) y Adela Romero (Orinoco) nominadas al Premio Miami Life Awards 2010, como mejores actrices protagónicas del año; la actriz peruana Esther Chávez Constantino, inolvidable intérprete de Mamá Dolores en la telenovela “El derecho de nacer”; el actor y director cubano Valentín Álvarez-Campos (Llanto a mí misma), la actriz Ivette Kellems (Improvisando a Chejov), el joven actor brasileño John Bounassar, el poeta Tinito Díaz, el escritor cubano norteamericano Fernan Hernández y el joven trovador cubano Nelson Jiménez.

El acto más artístico de un artista es saber elegir su público, y Yenilen Mola ha sabido elegir el suyo con inteligencia y generosidad.

“La noche de la poesía erótica” tiene el don de crear un sentimiento de pertenencia en los espectadores, de comprometerlos en la elaboración de un show que se crea al mismo tiempo que va teniendo lugar, porque, a pesar de que está escrito, el libreto ofrece unos espacios enormes a lo imprevisto, a lo inesperado, lo sorprendente, lo maravilloso.

El show de anoche llevaba como tema “Abril en París”, y la alusión a la ciudad luz no fue vana, la escenografía de Mariela Camps, era un viaje de Montmartre a Pigalle, del Marais al Barrio Latino, subiendo a la Tour Eiffel y bajando a los vericuetos más tórridos de la periferia.

La banda sonora de Tonit Mir, otra vez omnipresente de punta a cabo, fue un teleférico en el que los espectadores se pasearon sobre lo mejor de la música contemporánea francesa, con arreglos endiablados, masterizados en el santuario cibernético del fenómeno musical cubano.

Los momentos sublimes se sucedieron con fluidez, combinándose la comedia irresistible del explosivo colombiano Orlando Arias, con el music-hall hilarante del performer cubano Rubén Romeu, que tuvo un debut triunfante en el show.

El monólogo picaresco de Bárbara Mosquera, que también se presentaba por primera vez, recibió su ovación viva; al igual que la poeta y actriz colombiana Gladys Yánez, que tiene una vida artística llena de triunfos, y que doblara durante años la voz en español de la mundialmente conocida Regina Duarte.

Otros poetas que hacían su primera aparición en “La Noche de la Poesía Erótica” fueron la bella actriz y presentadora puertorriqueña Marjorie Burgos, el excelente escritor nicaragüense Fran Larios, que presentara con mucho éxito su libro “Cada sol repetido”, y el novelista cubano Nicolás Chávez Manduley, autor de “José el cubanazo”.

Yenilen Mola decidió hacer algo nunca visto en estos shows, cuando llamó al poeta Frank Dimas y presentó en exclusividad su libro “Los poemas del cuerpo”, que acaba de ser publicado en la casa editorial americana “Eriginal”.

El libro tuvo tanto éxito que fue comprado por más del veinte por ciento de los espectadores.

Entre los “habitués” de la casa, subieron a escena la escritora Josefina Ezpeleta, dueña y fundadora de la importante Casa Editorial norteamericana “Voces de hoy”; el joven poeta y actor cubano Yoan Vega, que electrizó la velada con un verso de alto contenido erótico; y la escritora Mariela Camps, que esta vez nos regaló una composición en un registro más reservado.

Uno de los momentos más impactantes de la velada lo protagonizaron el joven prodigio brasileño Alberto Danuzio, que leyó un poema del libro de Frank Dimas, y Yenilen Mola, quien le respondió vendándole los ojos y susurrándole un poema de los suyos, que le coronó con un ligero beso en sus labios: la explosión de aplausos fue instantánea, colosal.

Como si todo esto no fuera suficiente, Yenilen Mola tenía preparada en su manga una jugada soberbia, un joker de lujo: la elección del coanimador de la velada, que no fue otro que el exitoso actor costarricense John Chávez (“Eróstrato”), quien para colmo, andaba de cumpleaños.

El canto del happy birthday, unánime y enardecido presagiaba el principio del fin, y ahí surgió Tonit Mir, con la magia de su guitarra y su voz melosa y afinada, sandunga y jazz, para catapultar los espectadores al centro de la escena y transformar a ArtSpoken en la discoteca literaria, en la república poética de Yenilen Mola.

Agradecimientos especiales al director venezolano Víctor Suárez, por su trabajo en la filmación del video del show..