Thursday, December 10, 2009

Orlando Casín sienta cátedra en el casting de “Probation”, la primera obra sobre el fraude al Medicare en Miami.


Continúan los castings de “Probation”, la comedia dramática de Yoshvani Medina, producida por Franklin A. Blanco para White Apple Tree Productions, que tendrá su estreno mundial el 12 de febrero del 2010 en el Area Stage Company at the Riviera Theater, en la US-1 y la 57 Ave, en Coral Gables.

Entre los actores que hicieron sus audiciones este miércoles se encontraba el experimentado Orlando Casín, uno de los intérpretes más conocidos de Miami, con más de cuarenta años de carrera ininterrumpida en el cine, la televisión y el teatro cubanos.

Casín se presentó por varias razones, todas significativas, aunque no tenía idea del texto que iba a enfrentar.

Había oído hablar de la controversia sobre el casting y se vino ante todo por actitud, “para que vieras que yo sí vengo y me presento”, dijo con su energía apasionada y cubanísima.

A la pregunta “de qué trata la obra?”, el director prefirió que fuera uno de los actores candidatos al rol de Freddy que respondiera.

Carlos Barco dio la patada al hormiguero, el hasta hace poco animador del programa “Escenarios Contigo”, de Miami Latin TV, soltó, con el enigmático humor que lo caracteriza: “Es una obra para buscarse problemas con los viejitos del Versailles”.

Si lo hubiera previsto, el director no hubiera encontrado un mejor detonador para lanzar el casting.

Casín, con la pasión que lo caracteriza, dijo claro y fuerte que él es un artista con posiciones políticas que nunca ha ocultado, y ahí comenzó el primer gran debate de la tarde.

En un momento, uno de los actores se acercó al director y respetuosamente le rogó que empezara el casting, a lo que el director respondió con el mismo tacto: “El casting está andando desde que entramos a la sala”.

En varias oportunidades hubo exabruptos, encontronazos ideológicos, estéticos, formales, conceptuales, Orlando Casín tiene suficiente experiencia y talento como para darse de narices con las tendencias más actuales de la dramaturgia y salir airoso, no sólo emitiendo juicios críticos descarnados, sino adaptándose a una escritura que requiere ductilidad interpretativa.

Casín se alejó magistralmente del cubaneo sin perder un ápice de cubanía, demostrando allí donde lo demuestran los grandes actores, en la escena de un teatro, que es capaz de actuar en diferentes registros, personajes cuya profundidad psicológica los convierte en contradictorios seres humanos, o quizás, en seres contradictorios, profundamente humanos.

Fue Vladimir Escudero, ganador de varios premios de actuación en Cuba, quien encendió la llama de la emoción, al impresionar la sala con su lectura a primera vista del controversial monólogo donde Freddy se lanza al mar sin estar persuadido de la conveniencia de su gesto.

Se leyeron escenas y monólogos del texto, se improvisó lo que se leyó, se debatió la obra desde el principio hasta el final, sobre todo el polémico final contra el que volvió a insurgirse Casín.

“No puedo improvisar esta escena final si no comprendo antes por qué mi personaje reacciona así”, dijo el actor cubano, que tiene un contrato de publicidad con una de las clínicas más conocidas de Miami.

Varios actores improvisaron las escenas con Casín, no hubo una que no se convirtiera en una batalla campal, en un “tour de force”, donde las aceleraciones del puertorriqueño Miguel Sahid fueron tan conmovedoras como las lágrimas de Carlos Barco.

La interpretación de Casín en la escena final de la obra fue un modelo del género, ni la fuerza de la presencia escénica de la escultural Everlayn Borges, ni los contraataques de la actriz cubana, lograron fisurar el si mágico que el cubano se propuso.

Tres horas después bajaba de escena Casín, incólume, como un boxeador que acaba de ganar por knockout en el último round, feliz de haber desatado en escena un vendaval de ideas y sentimientos surgido de sus tripas y de sus convicciones.

La escena del Area Stage Company at the Riviera Theater se quedó caliente, esperando las respuestas de otros actores como Mario Salas-Lanz, Franco o el propio Ramoncito Veloz, que no vacilarán en plantar en escena todo el peso de su talento y de su inteligencia, y que, siendo quizás más contenidos que Orlando Casín, llevan esta profesión en los genes, en el mismo lugar de sus convicciones.

3 comments:

  1. La pieza de Yoshvani Medina merece a los mejores interpretes para los roles a disposición de cualquier actor capaz de sacarle el zumo al personaje.

    Let the best actor for the role win!

    Sincerely,
    Mario

    ReplyDelete
  2. En Miami no tienen puta idea de quien es ese tipo. La pesadilla de la censura en Pinar del Rio en los anos 90, ese tipo fue el que hizo la obra sobre los que se inyectaban el SIDA en Pinar del Rio, dirigio Dos Viejos Panicos en Pinar del Rio antes que Roberto Blanco en La Habana, mucho antes de que le levantaran la censura oficialmente al texto de Virgilio Pinera. Ese tipo fue el que dirigio una version de El libro de Job, con los actores desnudos durante toda la obra, antes que Victor Varela. El tipo tenia tremenda fama de maricon, pero los tenia bien puestos, tan bien puestos que dicen (eso no lo se) que se bajo los pantalones cuando le dieron un premio nacional en Cuba. Dicen que en Francia acabo, eso no lo se, y yo lo que no se, no lo escribo. Chupense los dedos con ese tipo que habla como un diplomatico y golpea como Stevenson.

    ReplyDelete
  3. Estimado amigo, el que le escribe es Yoshvani Medina.
    Déjeme darle las gracias por el tiempo que ha dedicado a escribir en este blog, que es un espacio de libertad y de opinión.
    Es una lástima que usted no haya firmado ese escrito, porque eso lo pone en el nivel de otros que han hecho lo mismo, antes que usted, y que dan la impresión de no asumir lo que escriben, de esconder (se) algo.
    Por favor, piense que lo que usted escriba en este blog será leído por otras personas, tan decentes como usted y yo, que pudieran llevarse una impresión deformada de sus palabras y de mi blog.
    Creo que se pueden decir las más terribles cosas sin caer en la vulgaridad ni aún menos en la grosería.
    Si usted me aprecia de verdad, reconsidere sus palabras, por favor, y redacte esa nota con la cortesía, la exactitud y el honor a la verdad que yo mismo preconizo en este espacio.
    Respetuosamente,
    Yoshvani Medina.

    ReplyDelete